Previously on Lost, digo... en Crónicas de Santo Tomé: habíamos conocido un poco los hábitos principianos, pero no os había llegado a hablar del encanto de las roças de la Isla de Príncipe, de su gente y de lugares de los más remotos que podíais imaginar.
Ha sido una verdadera pena visitar la Isla de Príncipe en ésta época. Acaba de terminar la época de gravana y la lluvia está deseando llenar el campo de flores y repoblar toda aquella zona perjudicada por el intenso calor y los incendios. Durante la gravana, que va de mayo a abril, el clima es muy seco, hace un poco menos de calor pero casi siempre el día está nublado. Es al llegar la época de lluvias cuando el sol brilla resplandeciente. Es extraño, pero el mejor momento del día es cuando para de llover ya que el cielo se queda bien azul.
A nosotras nos tocó "disfrutar" intensamente de los cielos nublados... ¡no paró de llover en toda la semana!
Para cualquier lugar esto no constituye un problema... Para Príncipe sí. Al ser un lugar tan despoblado, la mayoría de lugares salvajes, más bellos e inhóspitos eran absolutamente inaccesibles.
Vistas lluviosas de la isla de Príncipe desde el mirador de Pincate |
En nuestras visitas conocimos varias Roças:
- Sundy: Me pareció un lugar fantástico. Sundy tiene personalidad y es muy acogedor. Será por su muralla, será por sus habitantes o será por su antiguo tren que, anclado en los raíles, todavía se conserva y se utiliza para apoyar útiles de aseo.
Peinados en la Roça de Sundy |
Antiguo tren de la plantación de Sundy |
Niños modelos encontrados en Sundy |
Niños luchando por ser el primero de la foto |
Sonrisas resplandecientes |
- Belo Monte: Lo más bonito de Belo Monte, además de su arquitectura colonial es que a muy pocos metros se encuentra un mirador que tiene vistas espectaculares de uno de los mejores atractivos de Príncipe: la Playa Banana (considerada de las 20 mejores del mundo).
Playa Banana desde el mirador de Belo Monte |
Casas muy deterioradas encontradas en las roças |
La parada fue curiosa a la par que interesante: En una casetita en mitad de algún lugar (que evidentemente, desconocíamos) aparcamos las motos y nos refugiamos. Afortunadamente, había cerveza, cosa que hizo el momento mucho más ameno. La lluvia cada vez era más intensa y nosotras nos dedicamos a intimar con la camarera y con nuestros motoristas. Después de casi 20 días en el país, te vuelves cada vez más curiosa y decides indagar en temas más escabrosos. El tema de hoy, las relaciones de pareja.
En Santo Tomé y Príncipe, como en muchos otros lugares del continente africano, el concepto del amor está un poco distorsionado... o según se vea, bien entendido. La mujer y el hombre tienen papeles claramente diferenciados. La mujer cuando se enamora de un hombre y mantiene relaciones sexuales con él es con el objetivo de que éste le de un hijo y así le demuestre su amor verdadero. El hombre da el hijo a la mujer, y éste hijo pertenece a él. Lleva los apellidos del padre, y aunque la madre sea la que exclusivamente lo cuida y mantiene, no puede disponer de él cuando quiera. Por ejemplo, no puede sacarlo del país sin el consentimiento paterno. Mientras tanto, el padre tiene varias mujeres (o enamoradas, como allí dicen) y a cada una de ellas las premia con un hijo, signo de su amor "eterno e incondicional". ¿Matrimonio? Lo normal es que una pareja se case a los 40-50 años, cuando ya se consideran viejos y los hombres se sienten preparados para ser de una sola mujer.
En nuestra conversación con la camarera (una chica de unos 20 años que tenía su hijo de 2 amarrado a la espalda) y los dos motocarros, intentábamos hacerles ver la importancia de cuidar a un hijo en pareja, de quererse o incluso de no tenerlos siendo demasiado jóvenes... Batalla perdida. Cansadas de recibir comentarios compasivos cada vez que decíamos que no teníamos hijos intentamos hacerles ver una nueva realidad. Hacían caso omiso. Les hablamos del uso del preservativo, y nos decían que todos los usaban (no se entonces de donde salen tantos hijos, ni porque hay tanto sida) y de conceptos de fidelidad y de respeto. En conclusión: las mujeres consienten, y el hombre aprovecha...
Relaciones |
En definitiva, a mí me parte el alma ver según qué cosas. En nuestra casa, con KB, viven unas cuantas niñas que el ha acogido porque no tienen donde ir. Ellas le hacen las tareas del hogar y a cambio tienen todo lo que necesitan. Entre ellas hay una chica que tuvo su hijo con 13 años (ahora el niño tiene aproximadamente uno) y que fue abandonada por sus padres al tenerlo sin padre reconocido. Ella sabe quién es el padre, pero no quiere nada de él, aunque sigue manteniendo relación con sus amigos y sus amigas las siguen manteniendo con él. Es fuerte preguntar algo y ver cómo se toman las cosas con una frialdad impresionante, cómo no les importa en absoluto que el padre no se preocupe del hijo ni le de dinero ni nada, y cómo tampoco les importa que ese hombre tenga relaciones sexuales con sus amigas. Les contaba que en España cuando un hombre mayor de 18 años mantiene relaciones sexuales con una menor de 18 puede ir a la cárcel, ellas no entendían el porqué. Lo que es realmente inexplicable es que existan ese tipo de hombres, y cómo en este caso, que con 30 años deje embarazada a una niña de 13. Para mí no tiene perdón alguno.
Después de un largo día, volvimos a Santo Antonio. En Santo Antonio además de ir a la iglesia y contemplar posesiones satánicas, también hicimos más cosas. Como intentar por segunda vez ir a una discoteca.
Si las discotecas de Santo Tomé son de lo más apetecibles, la discoteca de Santo Antonio (1500 habitantes) lo iba a ser mucho más. Los lugareños llevaban dos días hablándonos de la discoteca, y cómo habíamos prometido ir, aunque no teníamos muchas ganas, lo intentamos. Cómo diría KB, por vivir la experiencia.
Lloviendo sin parar nos acercamos hacia la discoteca, que estaba al otro lado del río. Al cruzar el puente la música alta nos iba dando pistas de por donde andaba tan afamado lugar. Y cuando nos íbamos acercando ocurrió lo esperable... Manadas y manadas de hombres deseosos de amor verdadero nos gritaban: "españooolaaaa, calieeenteee", "bunita, bunita", y demás piropos en portugués que preferí obviar en ese mismo instante. Aún así, seguimos adelante. Al llegar a la puerta un señor poco amable nos dijo: ¡son 20.000 dobras! A lo que Inés y yo nos miramos, nos dimos la vuelta y para casa.
En definitiva, entre que no somos muy discotequeras nosotras, y que el ambiente de música típica kizomba y tarraxinha no era el más adecuado cuando todos los hombres te piropean al entrar, la mejor decisión que pudimos tomar fue la de irnos a la cama...
Además de éste tuvimos otro intento de fiesta lugareña. Nos invitaron a una fiesta de cumpleaños en una playa cercana, en Playa Abade. A semejantes eventos suele asistir muchísima gente ya que cómo nos han dicho numerosas veces: en Santo Tomé y Príncipe (STP) "Somos Todos Primos".
Fiesta en Playa Abade |
Pareja bailando kizomba |
1 comentario:
Preciosas las fotos y el relato ... dan ganas de coger un vuelo para allá ahora mismo, Ana :)
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