viernes, 23 de noviembre de 2012

Crónicas de Santo Tomé - Cap. 9 - Últimas peripecias saotomenses

Los últimos días en Santo Tomé se estaban tornando un poco grises. Y no por falta de actividades o de planes atractivos, sino en el más fiel sentido literal: por las nubes. Cada una de las cosas que íbamos haciendo se transformaba un poco gracias a la lluvia. Pero teníamos que aprovechar los últimos instantes en este país tan especial "cómo si no hubiese un mañana"... Cómo ya intuiréis, lo hicimos...
Llegamos temprano de la Isla de Príncipe, pero con las pilas bien cargadas. Después de tanta lluvia lo que más nos apetecía era el esplendoroso sol al que Santo Tomé nos tenía acostumbradas.

Y entre toda la oferta de ocio que teníamos a nuestro alcance, ¿Qué elegimos? ¡Playa!



lunes, 1 de octubre de 2012

Crónicas de Santo Tomé - Cap. 8 - Isla de Príncipe (Parte II) - Roças, fiestas y relaciones de pareja

Previously on Lost, digo... en Crónicas de Santo Tomé: habíamos conocido un poco los hábitos principianos, pero no os había llegado a hablar del encanto de las roças de la Isla de Príncipe, de su gente y de lugares de los más remotos que podíais imaginar.
Ha sido una verdadera pena visitar la Isla de Príncipe en ésta época. Acaba de terminar la época de gravana y la lluvia está deseando llenar el campo de flores y repoblar toda aquella zona perjudicada por el intenso calor y los incendios. Durante la gravana, que va de mayo a abril, el clima es muy seco, hace un poco menos de calor pero casi siempre el día está nublado. Es al llegar la época de lluvias cuando el sol brilla resplandeciente. Es extraño, pero el mejor momento del día es cuando para de llover ya que el cielo se queda bien azul.
A nosotras nos tocó "disfrutar" intensamente de los cielos nublados... ¡no paró de llover en toda la semana!



sábado, 22 de septiembre de 2012

Crónicas de Santo Tomé - Cap.7 - Exorcismos

Cómo ya os avancé, lo que vi en la Iglesia Universal del Reino de Dios, en Príncipe, fue algo difícil de asimilar. Cinco mujeres poseídas a la vez por una fuerza sobrehumana.

Una vez mas, curiosas nosotras, decidimos volver a la iglesia para corroborar aquello que tanto nos impactó en Porto Alegre. En Sao Tomé ciudad volvimos a la misa, pero elegimos el día equivocado y no había liberación, que es el tema que nos interesa. Así que teníamos que darnos otra oportunidad...
Nos habían hablado muy bien de Augusto, el pastor que trabaja en Príncipe, así que fuimos en su búsqueda. Sabíamos que él no nos iba a defraudar, y que dentro de esa iglesia iban a ocurrir cosas impactantes. Pero la realidad es que yo nunca hubiese imaginado que tanto.


domingo, 16 de septiembre de 2012

Crónicas de Santo Tomé - Cap. 6 - Isla de Príncipe (Parte I)

Madrugadoras, nos disponíamos a coger el vuelo a la otra isla del archipiélago, Príncipe.

Aún no os he contado el trabajo que nos costó conseguir los vuelos. Estando en España yo compré los dos billetes por internet en la página de Stp Airways, pero la web no me permitió pagarlos, habiendo intentado con varias tarjetas. Me decía que mi reserva estaba efectuada y que pasase por mi oficina más próxima para realizar el pago. Mi oficina más próxima estaba en Lisboa (dónde entre avión y avión no tuve tiempo de parar) y Santo Tomé. El primer día, antes de nada, me dirigí a la oficina de la aerolínea a finalizar el proceso. Cuando llegué, dos señoritas me informaban de que tenía que pagar 30 euros más por mi vuelo. ¿El motivo? Muy fácil para ellas, algo incomprensible para mí. 



viernes, 14 de septiembre de 2012

Crónicas de Santo Tomé - Cap.5 - Los zapatos son el progreso

Los siguientes días por Santo Tomé han sido bastante tranquilos. Y no es para menos siendo éste el país más pequeño de África después de las Seychelles. Disfrutamos del mejor chocolate del mundo en la fábrica de chocolate de Claudio Corallo, de una galería de arte fascinante y de bares con encanto y también del Jardín Botánico del país, de extraordinaria belleza.



jueves, 13 de septiembre de 2012

Crónicas de Santo Tomé - Cap. 4 - Isla de Rolas

Panorámica de la Isla de Rolas

El viernes aprovechamos el día para hacer unas compras, Inés cómo loca comprando artesanía para amueblar la casa y yo cómo loca comprando telas... ¡Qué maravilla! ¡Cuánto color!
Y después marchamos rumbo al sur (otra vez) con el objetivo final de visitar la Isla de Rolas. Íbamos con Paco, Albert, que trabaja para médicos del mundo y hasta liamos a KB. El viaje tuvo algunos "contratiempos".



viernes, 7 de septiembre de 2012

Crónicas de Santo Tomé - Cap.3 - Buscando respuestas

Cabañas de Playa Jalé

En nuestro viaje al sur hemos conocido una África que aún no habíamos visto. Me he cruzado con cosas que jamás imaginé ver. Lo más fuerte: he presenciado una supuesta posesión satánica que un poco más abajo os contaré.
La gente que viaja de turismo al sur es para ir a la Isla de Rolas, por dónde pasa la línea del Ecuador. En Rolas sólo existe un resort del hotel Pestana, una cadena portuguesa de hoteles que tiene prácticamente monopolizada la industria hotelera en Santo Tomé. Es carísimo, y a mi parecer, conocer África desde un resort carece de sentido. Existe una alternativa algo más económica (la única) que son casitas de madera enfrente de la isla, en Praia Jalé, en el pueblito de Porto Alegre. 



jueves, 6 de septiembre de 2012

Crónicas de Santo Tomé - Cap. 2 - Al norte, en moto

He pasado unos días por el sur de la isla y no tenía nada de internet, bueno, ni internet ni nada de nada... El post que llevaba 3 días escribiendo por el móvil, con sus dificultades se me ha borrado y juro que se me ha saltado una lagrimita... pero bueno, todo tiene arreglo... Así que con paciencia volveré a escribirlo. Me quedé por contaros la historia del viaje en moto por el norte de Santo Tomé.
A las 8 de la mañana empezamos nuestro trip. Nuestros guías africanos, con sus dos motos nos llevaban "leve-leve" a pasear los rincones más geniales del norte saotomense.


domingo, 2 de septiembre de 2012

Crónicas de Sao Tomé - Cap.1 - Primeras impresiones

2-09-2012

¡Hola! Aquí estoy, tercer día en tierras africanas y contando mis primeras impresiones desde el móvil... que no es nada fácil. Espero que me perdonéis tildes, errores de puntuación y si alguna palabra se me pone rara con el diccionario, ya sabéis como son éstas cosas...


Mis primeras horas en Sao Tomé se podrían definir como calurosísimas. Yo no se como la gente que vive en sitios con tanta humedad puede sobrevivir a ello, yo desde luego que no se si sobrevivo al día de volver, que hasta al salir de la ducha estás pegajoso...



miércoles, 13 de junio de 2012

Colombia 2012: Cartagena de Indias


Llegar a Cartagena de Indias fue digno de contar... 22 horas de autobús así lo quisieron. Y como la espera fue tanta, lo disfruté muchísimo por lo que habrá varios posts que contar...









He de decir que al principio cuesta, pero que en el fondo se le acaba cogiendo cariño a estos largos/infumables viajes en autobús. Uno comienza a agudizar el ingenio y empieza a adoptar posturitas de lo más curiosas y cuando se cansa: salva el mundo.


¿Cuántas conversaciones distintas se pueden llegar a tener en un viaje tan largo? Pones verde a los políticos, pones verde a los famosos, pones a tanta gente verde que al final acabas hasta tú viéndolo todo verde...






Y películas, y canciones... y sobre todo... ¡DORMIR! Dormir fue para mí la opción más viable sobre todo ya que al ocupar el asiento número 1 del autobús (mi preferidísimo por ser el más ancho y cómodo) tienes visibilidad completa y total hacia la carretera y al conductor y... ¡uf! Creo que vi mi vida pasar por delante de mis ojos unas cuantas veces. La carretera estaba completamente en obras, quiero recordar que porque había habido unos desprendimientos por lluvias que habían causado demasiado desastre. Por ello, había que circular a ser posible con visibilidad (de día) y sin exceder el límite de velocidad (80 km/hora). En 22 horas de viaje evidentemente viajas de día... y de noche.


En Colombia, los autobuses llevan un mecanismo de control de la velocidad mediante el cual el pasajero puede denunciar en el caso de que así lo considere. Se trata de un led luminoso donde se va viendo durante todo el viaje la velocidad a la que circula el autobús. Si el conductor excede la velocidad el aparato emite un sonido bastante estridente que alarma a los pasajeros de que se está cometiendo una infracción... Por supuesto, los demás vehículos que comparten carretera con el autobús pueden también llamar a un número de la policía y facilitarles la matrícula y la marca del coche para que la policía pueda venir al lugar y multarles.


Al llegar a Cartagena nos alojábamos un poco lejos del centro de la ciudad y de su parte turística. De hecho nos alojábamos al lado de la cárcel (cosa que trajo cola... y anécdotas que os contaré cuando hable de las noches cartageneras). El sitio era una colegio para hijos de policías, bastante grande pero con pocos lujos, por no decir ninguno. Nosotros decidimos instalarnos en la entrada encementada donde el calor se nos haría un poco más llevadero, ya que en Cartagena el clima es muy caluroso con una humedad relativa del 85% y estar al aire libre nos lo haría mucho más fácil.




Eso no nos impidió llenarnos del esplendor de las calles cartageneras. Su centro histórico es un lugar inundado de color, fiesta, música y alegría. Estar en Cartagena es sinónimo de felicidad y el simple hecho de sentarse en sus plazas a mirar la gente pasar se convierte en un momento extremadamente especial. ¿Será esto por lo que nos encontramos ante una ciudad "Patrimonio Nacional de la UNESCO"? ¿O quizás sea por su arquitectura?


Cartagena de Indias, Colombia


¿Qué ver en Cartagena de Indias?


- Castillo de San Felipe de Barajas: Esta maravilla, reconocida por la UNESCO como Patrimonio Nacional, fue construida por los españoles para proteger la ciudad de los piratas. Es impresionante el estado de conservación en que se encuentra y cómo se pueden recorrer sus túneles subterráneos que fueron creados para facilitar provisiones y evacuar. Llegas a sentirte dentro como si estuvieses viviendo en otra época. Además, desde arriba se obtienen unas vistas estupendas y unas panorámicas de la ciudad tan coloridas como la que muestro arriba...


Muralla de Cartagena de Indias


- Muralla: En el centro histórico de la ciudad se alza una esplendorosa muralla que se construyó para proteger a los ciudadanos de los continuos ataques que se sufrían. Se puede decir que es una de las murallas mejor conservadas del mundo y envuelve cultura, sabor, rumba y alegría caribeña detrás de sus muros. Al otro lado... el mar.


- Puerta del Reloj: Era la puerta principal de entrada a la antigua ciudad. Y la que ahora nos abre a nosotros, desde la Plaza de la Paz, el camino a la Plaza de Los Coches para darnos todo lo que el centro amurallado tiene para ofrecernos.


Puerta del Reloj desde la Plaza de los Coches


Plaza de la Paz

























En la Plaza de los Coches, se dice que era donde se comerciaba con los esclavos, ahora sigue siendo una plaza de comercio y entre sus arcos se venden los mejores dulces del lugar.


Conforme seguimos callejeando encontramos numerosos artesanos y venta ambulante de todo tipo. Desde helados o agua pasando por arepas de distintos sabores y por supuesto, el "producto estrella" los bolsos típicos del pueblo indígena Wayúu (con el tuve el placer de estar más adelante y conocer sus curiosas tradiciones).


Artesanía en Cartagena de Indias



















Artesanía en Cartagena de Indias 3Artesanía en Cartagena de Indias 2












- Plaza de Bolívar: En muchos países de Latinoamérica hay una Plaza de Bolívar, y Cartagena no podía ser menos... Rindiendo homenaje a su Libertador, en esta plaza se alza una estatua ecuestre de Bolívar. Mucho antes de que se instalase, la plaza pasó por diversos usos: fue utilizada para realizar todos los eventos militares del momento, también utilizada por la Inquisición e incluso para llevar a cabo corridas de toros.

Plaza de Bolívar




Además de estos lugares, tenéis muchos otros para conocer ya que en Cartagena la riqueza arquitectónica es inmensa. La Catedral, iglesias y un gran número de museos os están esperando. Y cuando terminéis no dejéis pasar la oportunidad de saborear un buen café en Juan Valdez. Eso, y comprar café colombiano para llevaros... ¡Si no lo hacéis lo echaréis de menos!




Lo más importante y lo más bonito de visitar una ciudad es no dejar de caminarla... A mí me encanta dejarme llevar un poco y ver que es lo que el destino tiene preparado para mí. Para los temerosos, aquí dentro no tenéis nada que perder, ya que al ser un lugar totalmente turístico y al estar rodeado de muralla siempre iréis a parar a los mismos sitios. Por eso, si estáis en Cartagena yo os recomiendo que os olvidéis un poco de la guía y el mapa y os dejéis llevar, charlad con la gente, sed sonrientes y sobre todo, pasadlo muy pero que muy bien.

lunes, 4 de junio de 2012

Colombia 2012: Barichara, Patrimonio Nacional de Colombia

Foto de lanubeposada.com
Siguiendo los días por la zona de Santander, viajamos hasta Barichara, al que llaman "el pueblito más lindo de Colombia". Esto se encargaron de repetírnoslo hasta la saciedad todos los que en nuestro camino se cruzaban y ni más ni menos porque Barichara, desde 1975 es considerada Patrimonio Nacional de Colombia.




Estábamos a 445 km. de Bogota y a 21 km. de San Gil y se respiraba una tranquilidad de excepción. Se trata de un pueblo fantástico para recorrer sus calles de paredes blancas, invadidas por la paz y envueltas por un manto verde natural. Para charlar con su gente y para recordarnos lo lejos que estamos de casa, ya que en mi caso, Barichara me trasladaba a la más profunda Andalucía donde yo, cómo ya sabéis, me he criado... Casas empedradas con sus techos de teja que dejan ver la gran influencia que la conquista española tuvo en el pueblo y cómo se sigue conservando.








Sus calles tan coloridas nos invitan a pasear y pasear y a empaparnos de la historia que las rodea.











Me impresionó bastante el estado de conservación del pueblo, lo limpias que estaban sus calles y lo amistosa y amable que era la gente del lugar. Se ve que se conserva esa esencia de pueblo que no se ha dejado invadir por el caos de la ciudad ni por los turistas.

Visitamos algunas capillas de las que se pueden ver en el pueblo y la Catedral de la Inmaculada Concepción, que podéis ver al fondo en la foto de abajo. Mis ojos al contemplar las iglesias y monumentos de Barichara se tornaban cálidos y parte de culpa debe tener su arquitectura de piedra amarillenta y dorada, que nos hace que en su conjunto, Barichara nos enternezca. Pero sin duda alguna el mejor momento lo disfrutamos en el Mirador.

Calle de Barichara, Catedral al fondo

Antes que nada, recordaros que en el viaje estábamos aproximadamente 150 personas, por lo que no es nada fácil tomar una foto o simplemente disfrutar de esos momentos de "intimidad" que todos necesitamos... 

En el Mirador de Barichara pudimos disfrutar de uno de esos momentos. El grupo se fue en dirección a la plaza principal del pueblo y nosotros hicimos un descanso para tomar una deliciosa cervecita "Club Colombia" (nueva marca os presento) y bien fresquita para soportar el calor colombiano (que no es poco). Estaba cayendo la tarde, y las vistas desde el mirador eran increíbles. Desde allí, además de contemplar los paisajes de los que se rodea Barichara, se ve el camino real que lo une con Guane y que construyeron hace siglos los guanes y aún se mantiene, con lo que Barichara tiene aún más razones para ser Monumento Nacional. 


Vistas desde el Mirador

Lo dicho, nos paramos a tomar un "refrigerio" en el mirador. Estábamos de lo más tranquilos porque verdaderamente respirar en ese lugar era algo mágico. Teníamos una mesa y unas sillas para sentarnos y empezaba a correr algo de brisa, que a esas horas y después del largo día, estimábamos necesaria... De repente, la chica del quiosco comenzó a sacar "unos toldos" por el mirador a lo que alguien (lúcido) dijo... ¿te imaginas que nos ponen un proyector y música? Evidentemente... yo pensé que aquello era un toldo para resguardar un poco del aire, cuando de repente, una luz azul iluminó nuestra cara de sorpresa... ¡Era un proyector! La mujer comenzó a ponernos videoclips de todo tipo, comenzando por Michel Tello (éxito total en Colombia, cómo no) y todos, aunque todavía vergonzosos nos moríamos por bailar... 


Después de este momento, descansamos un rato en la plaza comiendo empanadas de carne bien dotaditas de ají... Y de vuelta a San Gil donde nos quedaba una última noche. Para el que no lo sepa, el ají es un condimento picante que en algunas zonas de Latinoamérica está presente en todas las comidas. 

Consejo de viajero: comerlo con moderación... es más... comerlo con MUCHA moderación.

lunes, 28 de mayo de 2012

Colombia 2012: San Gil (Colombia)

Siguiendo la ruta por Colombia nos dirigimos un poco más hacia el norte, en este caso a San Gil. Es uno de los lugares más importantes de la región de Santander, a la que pertenece, tanto que fue nombrado Capital Turística del departamento.




Aunque tan solo nos separaban 327 kilómetros de Bogotá, las comunicaciones por carretera en Colombia no son ni las más rápidas, ni las más cuidadas ni las más seguras, por lo que el viaje fue intenso, creo recordar que fueron unas 6 horas de bus (aunque haciendo sondeo hay gente que me ha dicho que 10). Seis horas de bus, al lado de las 24 a las que terminamos acostumbrándonos para ir al resto de sitios, no eran nada, y se hacían bastante amenas charlando con los compañeros o simplemente durmiendo, que todos sabemos que el mejor sueño del viajero es el que se marca en el autobús...


Arcoiris en San Gil, Colombia




La llegada a San Gil fue invadiendo un polideportivo al más puro estilo rutero con nuestros petates, y por supuesto inundando duchas y haciendo "el cafre"... Estoy convencida de que si hubiésemos sabido en ese momento que esas duchas eran prácticamente las últimas en condiciones que veríamos en todo el viaje nos hubiésemos esforzado más en cuidarlas... Aun así, desde aquí abogo por que hay que cuidar al máximo los sitios que nos dejan, y dejarlos en mejores circunstancias de las que nos los dieron....


Lo que más me impresionó (a mí y a todos) de San Gil fueron sus cuestas... Jamás (y he estado en muchos sitios para poder decir esto) había visto unas calles con tanta inclinación como las de San Gil... No paraba de plantearme en todo momento en cómo subirían y bajarían las viejecitas para comprar el pan, en las piernas que tendrían que tener los niños que corrían sin parar calle arriba y por supuesto empecé a plantearme acabar con la esencia del pueblo poniéndole por todos sitios escaleras mecánicas (cosa que va extremadamente en contra de mis principios...)


Nuestro campamento estaba en la parte más alta del pueblo, y el resto de la civilización estaba en "la otra parte alta del pueblo". Esto significaba, que para empezar a ver bares, tiendas etc. tenías que bajar toda la cuesta (que sería como de un kilómetro) y depende de lo que te planteases hacer, volverla a subir... Era tan bestia el cansancio que me provocaban esas cuestas que no quería ni moverme, que me decían de bajar a tomar una cerveza y me negaba... (¿yo? negándome a una cerveza en un bar... ¡increíble pero cierto!)


Foto de Federico Caballero Santander
Pero al final acababa cediendo, ya que San Gil tiene mucho que ofrecer... Esta noche nos la pasamos tomando cervezas Águila todos colaborando en conseguir un premio que a mí, reina de la concursitis me obsesionaba... ¡Tenía que conseguir las camisetas de Águila que esta marca de cerveza sorteaba! Con cada cinco etiquetas premiadas conseguías una camiseta, y yo, con mi flor en el culo, en las 5 primeras cervezas me cayeron 5 etiquetas premiadas... Conseguí muchas etiquetas (y chapas que también valían), pero que nunca conseguí canjear, por lo que si alguien me ofrece una camiseta de Águila, aún conservo las etiquetas...   (evidentemente, es broma...)






Como os decía, San Gil tiene mucho que ofrecer... La mayoría de turistas acuden a esta zona a practicar varios deportes de aventura. Nosotros estuvimos haciendo rafting en el río Fonce. Fue bastante emocionante porque el río llevaba bastante corriente y nos dejaban tirarnos al agua y nadar y meternos en los remolinos... De hecho el monitor nos empujaba de la balsa para que no pudiéramos subir...


Ahí fue cuando tuve mi primera experiencia como socorrista... En el grupo (que era de 6 personas) teníamos una pareja "de edad avanzada" (rondando ya la setentena) que la verdad, hacían un poco lo que les daba la gana... No seguían bien las indicaciones del monitor y claro, en uno de los saltos de la balsa, el hombre calló  al agua soltando su remo y perdiendo un poco el control. Ahí yo, saqué fuerza de no se donde y tiré del hombre (tal y como me habían enseñado) hasta que lo subí de nuevo a la balsa... Me quedó una sensación Mitch Buchannan bastante curiosa...


Y sin duda, uno de los atractivos que ofrece San Gil, es el Parque El Gallineral. Está situado en una islita del río y es bastante peculiar y más en la época en la que nosotros lo visitamos: Navidad. 
En Colombia hay un gran interés por decorar todo de manera algo excéntrica por navidad. Cantidades exageradas de luces, colorines, muñecos de nieve y demás simbolitos navideños ocupan las calles, casas, balcones, parques... El Parque El Gallineral no era para menos... muestra de ello es ésta foto tan kitsch del río que bien podría ser un cuadro de regalo de tómbola...



Parecíamos sacados de un mundo psicodélico donde la fantasía por un momento se apoderó de nosotros. Y claro, yo que soy más bien de explorar decidí andar en otra dirección para empaparme un poco de lo que en ese parque podía percibir y sentir... Naturaleza, sonidos de animales, agua... Era tan puro ese momento que decidimos inmortalizarlo en un "super-video" que me he visto en la necesidad de mostrar... (agradecimientos a los protagonistas).


Y no puedo despedir este post sin hablaros de comida... ¡que ya sabéis que me encanta! En la región de Santander es típico comer un tipo de hormiga conocida como la hormiga culona. En San Gil por todos lados encontrabas paquetitos de hormigas culonas vendidos como si de maíz se tratase... Las preparan tostándolas y salándolas y lo que se come es solamente el culo de la hormiga, las alas y el resto del cuerpo se tiran. Con respecto al sabor hay opiniones de todo tipo, para mí, tienen un cierto sabor a cortezas de cerdo de esas duras duras... a "chicharrooooon"... Vamos, ¡que a mí me gustan!


Hormiga Culona
Foto de Gargolat en Flickr


En resumen, los días en San Gil fueron movidos y divertidos, tuvimos momentos para todos los gustos y las colombianas nos enseñaron a bailar los temazos de moda (con los que todavía, 5 meses después lo sigo dando todo...). Conocimos a gente "interesante" y nacieron "Joni, Jani y Jeni", que la gente está muy loca... adoptando a una "lugareña" en la plaza del pueblo de la cual no nos podíamos librar de ninguna manera... El guaro (aguardiente) no ayudaba tampoco.

Y cómo no, también tuve tiempo de relajarme un poquito... 



lunes, 7 de mayo de 2012

Colombia 2012: Bogotá y sus barrios

Una preciosa mañana se había despertado en Bogotá, nosotros, todavía muertos de cansancio remoloneábamos entre los frescos y veraniegos sacos de dormir (lamentando el frío digno del más puro invierno aún estando en verano). ¡Parecíamos no haber salido todavía de España y de ese crudo invierno que habíamos dejado en Madrid!

Estábamos durmiendo en un cuartel de la policía colombiana, donde los policías son entrenados, por lo que había campos de tiro, capilla, biblioteca, bar... Estábamos totalmente escoltados por policías (y sobre todo las mujeres ya que un buen "batallón" dormía en frente de nosotras y nos vigilaban por los ventanales, para que no nos pasase nada, no seáis mal pensados...). Los hombres dormían en un salón en el suelo con aislante y saco, y las mujeres dormíamos en un salón bastante alejado de ellos, en literas, solamente provistas de las tablas del somier, pero se agradecía ya que aislaban un poquito del frío. ¿Por qué tanta separación? Bueno, preguntad a la policía, que fue la que nos cedió el lugar... Al menos podíamos estar todos juntos y vivir en nuestra pompa rutera.... Y cómo era de esperar, un clásico en la Ruta Quetzal: ¡AGUA FRÍA! Las duchas bien fresquitas nos hicieron espabilar y comenzar la mañana con energía...

Foto de Paula Kiernan
Unas compras de "primera hora" en el "Mall" (centro comercial) de al lado, unas cervecitas y unos largos paseos por las avenidas gigantes de Bogotá para llegar a cualquier parte, hicieron que nuestra mañana se quedara bastante corta.  Me sorprendió bastante el sistema que tienen los diferentes establecimientos de comida rápida del centro comercial. Al hacer tu pedido te dan un dispositivo, te marchas a tu mesa y cuando está listo, éste vibra y se ilumina, ¡así sabes que debes ir a recoger tu comida, que es tu turno...! ¡Me encantó! Si alguien quiere hacer negocio de exportación que me avise... 


Comimos nuestro primer pollo a la broaster, y nos fuimos a recorrer la ciudad...


Plano de líneas del Transmilenio
Nuestro periplo fue más bien en Transmilenio que en otro transporte. El Transmilenio es un tranvía que recorre la ciudad, y que facilita bastante las comunicaciones... Bogotá tiene "solamente" siete millones de habitantes, y según mi opinión, cada uno de los siete millones estaban ese día en el Transmilenio, en mi misma línea... Tanto, que puedo llegar a decir, que SOBREVIVÍ A UN ATAQUE ZOMBIE... (pero esto os lo cuento después)

Visitamos el barrio de La Candelaria, un barrio tranquilo donde confluyen todo tipo de culturas. De lo más bohemio y donde hay espacio para el turismo, para la cultura, para los barecitos, y para reunirse tranquilamente en una plaza a tomarse un par de cervezas al son de una guitarra y... ¡cómo no! en este ambiente tan propicio a la paz y a la tranquilidad... ¡Anita enferma! Un ente de otro mundo se apoderó de mi cuerpo y no podía ni caminar, tuvimos que parar cada rato porque tenía unos dolores de tripa enormes y lo estaba pasando fatal, apuesto a que mi cara debía ser amarillo extremo...  Aún así, conseguí sacar algunas fotos... 
En el Barrio de La Candelaria
En el Barrio de La Candelaria


En el Barrio de La CandelariaEn el Barrio de La Candelaria
Barrio de La Candelaria, Bogotá


Porque he de decir que batí el récord mundial de ponerse mala en un viaje, ya que la primera "diarrea del viajero" que tuve fue estando en el avión... Decirme vosotros a quien le pasa eso si no es a mí... :S Bueno, que Colombia Quetzal estuvo marcado sin duda por las enfermedades, para mí, y para los 150 restantes... por lo que seré bastante explícita en este tema de aquí en adelante...

Y volvimos, gracias a mi malestar, entre otras cosas... Después de esperar una cantidad abismal de paradas (o eso me pareció a mí de tanta gente agobiando que había en el tren), para llegar a nuestro destino, cuando nos disponíamos a bajar... Una marabunta de zombies quiso entrar en el vagón donde estábamos, del cual intentábamos salir... No había forma humana de salir de allí y yo solamente veía manos, pies y cabezas que arremolinadas intentaban entrar sin guardar ningún tipo de orden, emitiendo sonidos guturales que seguramente provendrían de, por lo menos, ultratumbaEllos, se adentraban en el vagón sin dar tregua a los que allí estábamos... Por un momento pensé que no salia de allí (o que salía de allí convertida en uno de ellos, en zombie, en infectado o como queramos llamarlo). Me acordé de The Walking Dead, de Rec, de 28 días después y de Evil Dead, y hasta del mismísimo Edgar Wright con Zombies Party...). Todo en la fracción de segundo más larga de mi vida... El día que sobreviví a un ataque zombie. Cuando salí de allí creo que mi sensación era una mezcla de alivio, ansiedad y ganas de correr, seguro que algunos de los protagonistas de éstas películas sentían algo parecido... (y yo no tenía motosierra...)

Algo así fue lo que nos pasó... pero mucho peor http://www.youtube.com/watch?v=xOlPTEZw_MI (o eso es lo que yo quise creer). ¿Alguien lo corrobora?

lunes, 30 de abril de 2012

Colombia 2012: COLOMBIA 2012, Hacia la Ruta del Dorado

Ha llegado el momento de contaros mi periplo en estos últimos casi 5 meses... El porqué de mis viajes, y el porqué de que sea un"culillo de mal asiento". Viajar te cambia la vida, viajar te hace madurar, te hace abrir tu mente, ampliar fronteras y eliminar todo tipo de barreras. Mientras viajas no dejas de aprender de los demás en ningún momento, de experimentar y de asumir responsabilidades. Conoces nuevas culturas, lugares inesperados donde jamás esperaste estar pero mil veces soñaste y gentes que siempre quedarán en lo más profundo de tu corazón. Vas dejando un pedacito de ti allá donde vas y cada lugar al que vas o persona que se cruza en tu camino, te regala un pedacito de sí. Por eso, viajar te cambia, te llena el alma y te hace ser mejor persona.

En 2012, he recorrido Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y pegué un pequeño salto a Chile (el suficiente para saber que tengo que volver con un billete tan solo de ida). Tengo muchas cosas que contaros...

¿Empezamos?



-COLOMBIA 2012: Hacia la Ruta del Dorado-

¿Porqué este título? Todo esto viene de mucho atrás, y no, no voy a remontarme a los conquistadores españoles que buscaron la ciudad del Dorado y no la encontraron, sino a la Ruta Quetzal.

Para los que no sepan de qué estoy hablando, la Ruta Quetzal es una expedición que se hace cuando tienes 16/17 años y donde 150 jóvenes de todo el mundo se reúnen para hacer una expedición de un mes y medio de duración por América Latina y España rememorando momentos en concreto de la historia.

Aquí comenzó todo, mis ganas de viajar, de aprender, de soñar, y de al fin y al cabo ser alguien cada día mejor. Y también desencadenante de mi viaje a Colombia...

Cada dos años, se realiza en Latinoamérica un encuentro de antiguos expedicionarios (invitados externos también son bien recibidos) donde se vive un poco ese espíritu rutero que solo los que hemos vivido "la ruta" podemos entender. Durante 20 días disfrutamos en compañía de ruteros de todas las ediciones de Ruta Quetzal (la primera fue en el año 1979) de un viaje excepcional, donde nos esperan los sitios más alucinantes con la compañía y el ambiente que alguna vez nos llevó a ser lo que somos.

Mi viaje comenzó en Madrid, un 24 de diciembre, cenando en mi piso cochambroso, sin nadie, ya que por comprar un vuelo más económico, salía el 25 por la mañana, Nochebuena en soledad. Todo eran nervios y emociones y miles de trastos que no cabían en la mochila... CRISIS. Pero todo solucionable, porque Colombia me esperaba con los brazos abiertos, con muchas ganas y muchas emociones por conocer un país tan peculiar del que solamente se escuchan barbaridades. Tenía ganas de romper el mito y de mostrarle al mundo la belleza de un lugar victimizado como es Colombia.

Después de un vuelo largo (10 horas y media) sentada al lado de un bebé llorón (y he de confesar que cagón) llegué a Bogotá, un lugar cálido durante el día y bastante frío por la noche donde muchas experiencias y sentimientos me estaban esperando. Después de un muy buen recibimiento por parte de la organización del encuentro y de besos, abrazos y reencuentros con amigos a los que hacía muchos años que no veía, tocaba descansar y recuperarse del jet lag, nos esperaban largos días y muchas cosas por vivir, había que estar al 100%...

Una ruta cómo esta nos estaba esperando...
http://maps.google.com/maps/ms?hl=es&ie=UTF8&msa=0&msid=216081533583278223523.00049b907ccc9bc56da26&ll=13.720708,-73.300781&spn=5.803677,10.755615&z=7&iwloc=00049b90cefaebd3d578a