miércoles, 13 de junio de 2012

Colombia 2012: Cartagena de Indias


Llegar a Cartagena de Indias fue digno de contar... 22 horas de autobús así lo quisieron. Y como la espera fue tanta, lo disfruté muchísimo por lo que habrá varios posts que contar...









He de decir que al principio cuesta, pero que en el fondo se le acaba cogiendo cariño a estos largos/infumables viajes en autobús. Uno comienza a agudizar el ingenio y empieza a adoptar posturitas de lo más curiosas y cuando se cansa: salva el mundo.


¿Cuántas conversaciones distintas se pueden llegar a tener en un viaje tan largo? Pones verde a los políticos, pones verde a los famosos, pones a tanta gente verde que al final acabas hasta tú viéndolo todo verde...






Y películas, y canciones... y sobre todo... ¡DORMIR! Dormir fue para mí la opción más viable sobre todo ya que al ocupar el asiento número 1 del autobús (mi preferidísimo por ser el más ancho y cómodo) tienes visibilidad completa y total hacia la carretera y al conductor y... ¡uf! Creo que vi mi vida pasar por delante de mis ojos unas cuantas veces. La carretera estaba completamente en obras, quiero recordar que porque había habido unos desprendimientos por lluvias que habían causado demasiado desastre. Por ello, había que circular a ser posible con visibilidad (de día) y sin exceder el límite de velocidad (80 km/hora). En 22 horas de viaje evidentemente viajas de día... y de noche.


En Colombia, los autobuses llevan un mecanismo de control de la velocidad mediante el cual el pasajero puede denunciar en el caso de que así lo considere. Se trata de un led luminoso donde se va viendo durante todo el viaje la velocidad a la que circula el autobús. Si el conductor excede la velocidad el aparato emite un sonido bastante estridente que alarma a los pasajeros de que se está cometiendo una infracción... Por supuesto, los demás vehículos que comparten carretera con el autobús pueden también llamar a un número de la policía y facilitarles la matrícula y la marca del coche para que la policía pueda venir al lugar y multarles.


Al llegar a Cartagena nos alojábamos un poco lejos del centro de la ciudad y de su parte turística. De hecho nos alojábamos al lado de la cárcel (cosa que trajo cola... y anécdotas que os contaré cuando hable de las noches cartageneras). El sitio era una colegio para hijos de policías, bastante grande pero con pocos lujos, por no decir ninguno. Nosotros decidimos instalarnos en la entrada encementada donde el calor se nos haría un poco más llevadero, ya que en Cartagena el clima es muy caluroso con una humedad relativa del 85% y estar al aire libre nos lo haría mucho más fácil.




Eso no nos impidió llenarnos del esplendor de las calles cartageneras. Su centro histórico es un lugar inundado de color, fiesta, música y alegría. Estar en Cartagena es sinónimo de felicidad y el simple hecho de sentarse en sus plazas a mirar la gente pasar se convierte en un momento extremadamente especial. ¿Será esto por lo que nos encontramos ante una ciudad "Patrimonio Nacional de la UNESCO"? ¿O quizás sea por su arquitectura?


Cartagena de Indias, Colombia


¿Qué ver en Cartagena de Indias?


- Castillo de San Felipe de Barajas: Esta maravilla, reconocida por la UNESCO como Patrimonio Nacional, fue construida por los españoles para proteger la ciudad de los piratas. Es impresionante el estado de conservación en que se encuentra y cómo se pueden recorrer sus túneles subterráneos que fueron creados para facilitar provisiones y evacuar. Llegas a sentirte dentro como si estuvieses viviendo en otra época. Además, desde arriba se obtienen unas vistas estupendas y unas panorámicas de la ciudad tan coloridas como la que muestro arriba...


Muralla de Cartagena de Indias


- Muralla: En el centro histórico de la ciudad se alza una esplendorosa muralla que se construyó para proteger a los ciudadanos de los continuos ataques que se sufrían. Se puede decir que es una de las murallas mejor conservadas del mundo y envuelve cultura, sabor, rumba y alegría caribeña detrás de sus muros. Al otro lado... el mar.


- Puerta del Reloj: Era la puerta principal de entrada a la antigua ciudad. Y la que ahora nos abre a nosotros, desde la Plaza de la Paz, el camino a la Plaza de Los Coches para darnos todo lo que el centro amurallado tiene para ofrecernos.


Puerta del Reloj desde la Plaza de los Coches


Plaza de la Paz

























En la Plaza de los Coches, se dice que era donde se comerciaba con los esclavos, ahora sigue siendo una plaza de comercio y entre sus arcos se venden los mejores dulces del lugar.


Conforme seguimos callejeando encontramos numerosos artesanos y venta ambulante de todo tipo. Desde helados o agua pasando por arepas de distintos sabores y por supuesto, el "producto estrella" los bolsos típicos del pueblo indígena Wayúu (con el tuve el placer de estar más adelante y conocer sus curiosas tradiciones).


Artesanía en Cartagena de Indias



















Artesanía en Cartagena de Indias 3Artesanía en Cartagena de Indias 2












- Plaza de Bolívar: En muchos países de Latinoamérica hay una Plaza de Bolívar, y Cartagena no podía ser menos... Rindiendo homenaje a su Libertador, en esta plaza se alza una estatua ecuestre de Bolívar. Mucho antes de que se instalase, la plaza pasó por diversos usos: fue utilizada para realizar todos los eventos militares del momento, también utilizada por la Inquisición e incluso para llevar a cabo corridas de toros.

Plaza de Bolívar




Además de estos lugares, tenéis muchos otros para conocer ya que en Cartagena la riqueza arquitectónica es inmensa. La Catedral, iglesias y un gran número de museos os están esperando. Y cuando terminéis no dejéis pasar la oportunidad de saborear un buen café en Juan Valdez. Eso, y comprar café colombiano para llevaros... ¡Si no lo hacéis lo echaréis de menos!




Lo más importante y lo más bonito de visitar una ciudad es no dejar de caminarla... A mí me encanta dejarme llevar un poco y ver que es lo que el destino tiene preparado para mí. Para los temerosos, aquí dentro no tenéis nada que perder, ya que al ser un lugar totalmente turístico y al estar rodeado de muralla siempre iréis a parar a los mismos sitios. Por eso, si estáis en Cartagena yo os recomiendo que os olvidéis un poco de la guía y el mapa y os dejéis llevar, charlad con la gente, sed sonrientes y sobre todo, pasadlo muy pero que muy bien.

lunes, 4 de junio de 2012

Colombia 2012: Barichara, Patrimonio Nacional de Colombia

Foto de lanubeposada.com
Siguiendo los días por la zona de Santander, viajamos hasta Barichara, al que llaman "el pueblito más lindo de Colombia". Esto se encargaron de repetírnoslo hasta la saciedad todos los que en nuestro camino se cruzaban y ni más ni menos porque Barichara, desde 1975 es considerada Patrimonio Nacional de Colombia.




Estábamos a 445 km. de Bogota y a 21 km. de San Gil y se respiraba una tranquilidad de excepción. Se trata de un pueblo fantástico para recorrer sus calles de paredes blancas, invadidas por la paz y envueltas por un manto verde natural. Para charlar con su gente y para recordarnos lo lejos que estamos de casa, ya que en mi caso, Barichara me trasladaba a la más profunda Andalucía donde yo, cómo ya sabéis, me he criado... Casas empedradas con sus techos de teja que dejan ver la gran influencia que la conquista española tuvo en el pueblo y cómo se sigue conservando.








Sus calles tan coloridas nos invitan a pasear y pasear y a empaparnos de la historia que las rodea.











Me impresionó bastante el estado de conservación del pueblo, lo limpias que estaban sus calles y lo amistosa y amable que era la gente del lugar. Se ve que se conserva esa esencia de pueblo que no se ha dejado invadir por el caos de la ciudad ni por los turistas.

Visitamos algunas capillas de las que se pueden ver en el pueblo y la Catedral de la Inmaculada Concepción, que podéis ver al fondo en la foto de abajo. Mis ojos al contemplar las iglesias y monumentos de Barichara se tornaban cálidos y parte de culpa debe tener su arquitectura de piedra amarillenta y dorada, que nos hace que en su conjunto, Barichara nos enternezca. Pero sin duda alguna el mejor momento lo disfrutamos en el Mirador.

Calle de Barichara, Catedral al fondo

Antes que nada, recordaros que en el viaje estábamos aproximadamente 150 personas, por lo que no es nada fácil tomar una foto o simplemente disfrutar de esos momentos de "intimidad" que todos necesitamos... 

En el Mirador de Barichara pudimos disfrutar de uno de esos momentos. El grupo se fue en dirección a la plaza principal del pueblo y nosotros hicimos un descanso para tomar una deliciosa cervecita "Club Colombia" (nueva marca os presento) y bien fresquita para soportar el calor colombiano (que no es poco). Estaba cayendo la tarde, y las vistas desde el mirador eran increíbles. Desde allí, además de contemplar los paisajes de los que se rodea Barichara, se ve el camino real que lo une con Guane y que construyeron hace siglos los guanes y aún se mantiene, con lo que Barichara tiene aún más razones para ser Monumento Nacional. 


Vistas desde el Mirador

Lo dicho, nos paramos a tomar un "refrigerio" en el mirador. Estábamos de lo más tranquilos porque verdaderamente respirar en ese lugar era algo mágico. Teníamos una mesa y unas sillas para sentarnos y empezaba a correr algo de brisa, que a esas horas y después del largo día, estimábamos necesaria... De repente, la chica del quiosco comenzó a sacar "unos toldos" por el mirador a lo que alguien (lúcido) dijo... ¿te imaginas que nos ponen un proyector y música? Evidentemente... yo pensé que aquello era un toldo para resguardar un poco del aire, cuando de repente, una luz azul iluminó nuestra cara de sorpresa... ¡Era un proyector! La mujer comenzó a ponernos videoclips de todo tipo, comenzando por Michel Tello (éxito total en Colombia, cómo no) y todos, aunque todavía vergonzosos nos moríamos por bailar... 


Después de este momento, descansamos un rato en la plaza comiendo empanadas de carne bien dotaditas de ají... Y de vuelta a San Gil donde nos quedaba una última noche. Para el que no lo sepa, el ají es un condimento picante que en algunas zonas de Latinoamérica está presente en todas las comidas. 

Consejo de viajero: comerlo con moderación... es más... comerlo con MUCHA moderación.