jueves, 27 de junio de 2013

Ruta de doce días por Ecuador


Ecuador es un lugar provisto de grandes encantos: tiene más de 80 volcanes de la Cordillera de los Andes, las comunidades indígenas más antiguas de Sudamérica, playas vírgenes, selva y sierra. Es el mayor exportador de banano del mundo y según Lonely Planet, uno de los 10 mejores países para visitar.

Esta ruta que os voy a contar detallada en próximos post es un resumen de lo que fue mi visita a Ecuador. Me quedaron muchos lugares por visitar y sitios en los que experimentar nuevas sensaciones pero siempre es bueno dejarse algo para poder volver, ¿no creéis?




Día 1: Quito - Manta

Quito
Lo primero que hicimos al llegar al aeropuerto de Quito fue viajar en coche hasta Manta. ¿Porqué? En primer lugar, porque queríamos visitar la costa y las playas vírgenes de Ecuador y en segundo lugar porque Sandra, una amiga ecuatoriana, nos iba a acoger en su casa de toda la vida con los brazos más que abiertos.

Al llegar a Manta, el clima que nos recibió no fue tan agradable como los familiares de Sandra. A lo largo del año se dan solamente dos estaciones, la seca que dura prácticamente todos los meses del año y la lluviosa que fue en la que nosotros lo visitamos, de Enero a Abril. Aunque hacía calor (unos 25 grados) la lluvia para mi gusto sigue siendo un fastidio...

Cenamos y dormimos en casa de Sandra y después de un desayuno típico muy abundante con pan con mantequilla y mermelada, huevos revueltos y varios jugos y frutas típicas del país empezamos realmente nuestro pequeño "trip". De muy buen humor ya que un buen desayuno ayuda a empezar el día con el pie correcto nos montamos en el coche y comenzamos nuestra ruta playera.

Día 2-4: Manta - Playa Frailes - Montañita

En el Parque Nacional de Machalilla se encuentra la Playa Los Frailes, considerada una de las más bellas de Ecuador y de América del Sur. Su ecosistema de bosque tropical seco hace de este lugar un bonito paisaje que combina a la perfección cactus y vegetación seca con la frescura de un mar de aguas cálidas y turquesas con acantilados por los que pasean cangrejos, garzas, pelícanos...
Playa Los Frailes, en Puerto López (Ecuador) - Foto de Beñat Olascoaga
Además al norte un mirador nos deja disfrutar de las vistas de toda la costa del parque y tomar bonitas fotografías. Después de un rato tomando el sol y disfrutando de tan tranquilo lugar pusimos rumbo hacia Montañita.

Montañita es el paraíso del turista joven. Se trata de una comuna hippie donde el turismo constituye la principal fuente de financiación de sus habitantes junto con la artesanía, los hostales backpacker y como  no podía ser menos, los bares. Un lugar invadido de argentinos y chilenos deseosos de fiestas en la playa, música en la calle y surf. Estuve dos días allí y tuve serias dudas entre quedarme allí a vivir para siempre y darme del todo a la vida en el mar o huir muy lejos a un lugar donde no ver a ningún turista en muchos kilómetros a la redonda y donde no existan los bares ni la fiesta...

Casa ideal de algún habitante de Montañita
Día 4: Montañita - Guayaquil - Cuenca

Después de dos días agotadores en Montañita pusimos rumbo hacia Cuenca, no sin antes hacer una parada en Guayaquil, para estirar las piernas y de paso recorrer su actualmente reconstruido malecón. 

En la ciudad más grande de Ecuador visitamos el moderno Malecón 2000 que sustituye al antiguo Malecón Simón Bolívar. De allí parten grandes barcos con ambientaciones históricas que recorren el río Guayas, pero si la idea de pasear en barco no está entre tus prioridades, el malecón está rodeado de jardines perfectamente conservados y tiene un centro comercial con todo tipo de restaurantes y hasta un cine IMAX, el primero de Sudamérica.


El camino a Cuenca fue precioso, ya que desde el coche divisábamos los paisajes marcianos del Parque Nacional El Cajas que tuvimos oportunidad de recorrer al día siguiente.

Visitamos Cuenca, con sus mercados, iglesias y pequeñas plazas y pasamos la noche allí en un hostal. 

Iglesia de San Blas, Cuenca (Ecuador)

Día 5: Cuenca - Parque Nacional El Cajas - Baños

Al llegar al Parque Nacional El Cajas (a 35 km. de Cuenca) un cambio de clima notable nos trae un escalofrío al cuerpo. La bruma nos invitaba a abrigarnos bien y aunque no se a ciencia cierta cuanto habría bajado la temperatura, lo que si os puedo decir es que en el parque las mínimas son de -2ºC y las máximas de 18ºC. Como podéis imaginar, hacía bastante frío. 

Recorrimos el parque, 235 lagunas de origen glaciar asentadas en la parte más alta de los Andes ecuatorianos y un ecosistema de páramo que impresionan a cualquier ojo que lo presencie y es que el Parque Nacional El Cajas tiene una altitud que va nada más y nada menos que desde los 3156 a los 4450 metros sobre el nivel del mar. Cuando entras te explican como son las rutas que debes hacer y te advierten varias veces que no te salgas del camino establecido ya que puede ser peligroso perderte en un lugar tan grande y desconocido. Nosotros... improvisamos. 


Un aliciente al visitar el parque fue que este es uno de los pocos lugares del mundo donde habita el oso de anteojos. Un animal "adorable" que puede llegar a pesar 180 kg. y a medir dos metros de alto y muy difícil de encontrar ya que habita en zonas andino-amazónicas y de páramo o de selva alta. Aunque me impresionaría encontrarme uno y tendría un miedo apabullante... ¡es vegetariano!

Esa misma noche, después de cenar en un sitio típico ecuatoriano donde por 3 dólares comimos sopa, plato principal y postre, cogimos un autobús que nos llevaba directamente al corazón de la selva, a Baños.

Una de las lagunas del Parque Nacional El Cajas
Día 6-9: Quito - Baños - Quito

Esta fue la parte más interesante y divertida del viaje. La gente viaja a Baños a hacer actividades en la naturaleza y multiaventura (rafting, puenting, tirolinas gigantes...) y también a adentrarse en la selva en busca de un chamán que les realice un ritual para auyentar los malos espíritus y el mal de ojo. Todo bastante preparado para el turista como si de un parque de atracciones se tratase.

Nuestra experiencia duro 3 días en la selva, visitamos la comunidad Quechua, vimos el Amazonas, manejamos una canoa cantando canciones de Pocahontas por el río Pastaza y jugamos con monos, chimpancés y animalitos varios... pero el viaje terminó con un sabor algo amargo: me robaron todo el equipo fotográfico directamente de la mochila en un "supuesto control policial". 

Comunidad Quechua (Kichwa) en las inmediaciones del río Pastaza
Día 10-12: Quito - Otavalo - Mitad del Mundo

Después de esto, mis días no fueron de lo más animados. La cuenta atrás para volver a España se estaba acercando y en realidad, después de mi incidente con la cámara me apetecía bastante. Pero aún me quedaban cosas por ver y un par de días para descubrir y disfrutar de todos los encantos que guardaba Quito y que me estaban esperando.

Visitamos la ciudad de Quito, primera ciudad patrimonio de la humanidad con sus edificios señoriales, iglesias y museos construidos sobre ruinas incas. También conocimos el mercado de Otavalo que es el mercado de artesanía más famoso de Ecuador y la Mitad del Mundo, por donde pasa la línea divisoria del ecuador; tres visitas de obligado cumplimiento si viajas a este rincón andino.

Monumento a la Mitad del Mundo - Foto de Agustín Minaberrigaray

A 45 km. de Quito, en la Parroquia de San Antonio se encuentra el punto 0º 0' 0'' con un monumento que se alza engrandecido por los visitantes ansiosos de coronar su cima y observar la cordillera andina y volcanes como el Cotopaxi o el Casitagua. Allí una linea roja representa el paso de la línea del ecuador y la separación de los hemisferios. Además de hacernos la foto típica con un pie en el hemisferio norte y el otro en el sur también podemos visitar siete museos de cultura e historia ecuatoriana, comprar artículos típicos de artesanía por sus estrechas calles y con suerte ver algún espectáculo de bailes típicos. Y por supuesto comer. 

La Mitad del Mundo no es de los lugares más económicos para comer pero no podía irme del país sin probar uno de los platos más típicos y controvertidos de la cocina peruana sobre todo de la zona de sierra: el Cuy. El Cuy es lo que en España conocemos como Cobaya. Un roedor andino que se alimenta de vegetales por lo que según dicen es muy rico en fibra. Así que como dato curioso y original, me despedí de Ecuador comiendo Cuy en la Mitad del Mundo...



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