Crónicas de Santo Tomé - Cap.3 - Buscando respuestas

Cabañas de Playa Jalé

En nuestro viaje al sur hemos conocido una África que aún no habíamos visto. Me he cruzado con cosas que jamás imaginé ver. Lo más fuerte: he presenciado una supuesta posesión satánica que un poco más abajo os contaré.
La gente que viaja de turismo al sur es para ir a la Isla de Rolas, por dónde pasa la línea del Ecuador. En Rolas sólo existe un resort del hotel Pestana, una cadena portuguesa de hoteles que tiene prácticamente monopolizada la industria hotelera en Santo Tomé. Es carísimo, y a mi parecer, conocer África desde un resort carece de sentido. Existe una alternativa algo más económica (la única) que son casitas de madera enfrente de la isla, en Praia Jalé, en el pueblito de Porto Alegre. 

Por 25 euros cada cabañita de dos personas puedes disfrutar una maravillosa estancia en una playa paradisíaca acompañado de "todos los extras": sin baño, con ratas, mosquitos como bestias...

Cabañas de Playa Jalé

Playa Jalé

Repito que son las únicas opciones. Interesantes ¿verdad?

Pero nosotras encontramos a Paco. Paco ha marcado nuestro paso por el sur. Es un español al que la vida no ha tratado demasiado bien y que después de un año en la isla y una historia digna de escuchar se ha convertido en un "negro" más, Porto Alegre es su hogar y si la vida lo llevó aquí seguro que tendría razones.
Paco nos alojó, alimentó y transportó por el sur casi sin gastar nada. Pagamos la gasolina para un coche viejo que parecía de guerra y ale, a recorrer.. y el resto a cuerpo de rey.

Nuestra casa en Porto Alegre

Paco vive con un chico saotomense recién divorciado, que fue pastor y que era un poco nuestro guía espiritual, Shina. Encontrarlos fue todo un hallazgo. Al llegar a su casa, casi no podíamos creer que una persona pudiera vivir ahí, pero nos equivocábamos, se puede. Parecía que habíamos retrocedido cien años: electricidad solamente de 6 de la tarde a 10 de la noche, cocinita con petróleo, la única casa del pueblo con baño, y olvídate de la ducha: ¡manguerazo! Auténtica... También es la única del pueblo sin ratas, gracias a los gatos que le acompañan. Es la más moderna de todas las que hay en el pueblo, que si lo paseas te hace sentir en un belén viviviente. La gente vive en "pesebres", cocina con fuego, y si quieren hacer sus necesidades, al campo... Cerdos a mogollón, patos, pollos, gallos, gallinas y algún que otro perro campean a sus anchas por las calles convirtiéndose en verdaderas mascotas.

Porto Alegre

En realidad era como estar de campamento...

En Porto Alegre la gente es un encanto, siempre con una sonrisa y con ganas de agradarte. Cuando cae la noche van a la iglesia, después ven la tele pública todos juntos en la calle y ponen música alta y bailan. Fue muy divertido el primer día, que las mujeres me sacaron a bailar y apareció gente de todos los rincones a bailar también, hasta un hombre minusválido, que no tenía piernas comenzó a bailar y acabó hasta tirado por el suelo... eso es a lo que yo llamo "darlo todo".

Reunión para ver televisión en las calles de Porto Alegre

Minusválido bailando

Minusválido bailando

Las cenas las solíamos hacer en casa de Ñana, que nos ponía unos platos muy picantes, pero muy baratos, ¡por 1 euro estábamos comidos! Una noche cenamos un pulpo estupendo, la pescadora, una niña de unos 11 años... increíble.

Nuestra pescadora de pulpos particular

Niña con su merienda

Pulpo con banana frita

Hablemos de la zona... Esta es quizás la zona más pura, la menos tocada y virgen, donde todo es jungla y naturaleza elevada a su máximo exponente. Desde casa de Paco, se avistaban ballenas, Praia Jalé acoge a las tortugas que desde noviembre hasta abril aproximadamente van a desovar a su orilla y las playas están totalmente vacías y no corrompidas por el paso del hombre, cosa que impresiona bastante.

Los lugareños se alimentan de lo que la naturaleza les da, y les da bastante, por lo que el dinero que necesitan para vivir es muy poco. La zona está plagada de frutas enormes y buenísimas como la Fruta-Pão o Fruta del Pan que me ha vuelto loquísima. Lo mismo la puedes comer como pan acompañando la comida y mojando en aceite que puedes freírla y es como patatas fritas o incluso asarla... es fantástica. Coco, papaya, bananas o frutas típicas como el sap-sap o la jaca acompañan los almuerzos y cenas normalmente de pescado. Animales tampoco les faltan.

Fruta del pan

Sap-sap

Con todos estos recursos naturales es imposible pensar que por un mero interés económico toda la selva sur de Santo Tomé está siendo devastada. Una empresa belga (Agripalma) está destruyendo todo para plantar árboles y obtener aceite de palma. Semejante barbaridad no se puede permitir.

Así estaba la zona de Ribera Peixe, gracias a Agripalma

Ya os he dicho que cuando cae la noche, la gente va a la iglesia, cómo me habían dicho que en la iglesia ocurrían cosas muy extrañas, me decidí a ir. La misa de la Iglesia Universal del Reino de Dios es muy curiosa, os animo a todos a presenciarla. Al entrar a la iglesia me sorprendió encontrar a todos los fieles manteniendo conversaciones consigo mismos en voz alta, muy alta. Estaban rezando, y no lo hacen cómo en la iglesia católica que se reza para adentro, sino que ellos se imaginan que tienen una persona detrás a la que le cuentan cómo quieren que sus vidas cambien a mejor. Después de un buen rato haciendo esto y cuándo ya comienza a dolerte un poco la cabeza, comienzan a cantar. Las canciones tampoco son en absoluto cómo las nuestras. El cura (o pastor) canta canciones bien animadas y la gente responde bailando y haciendo movimientos coreografiados cómo si de King África se tratase. Muy divertido, yo me dije varias veces que ya quisiera yo éste ambientazo en la feria de mi pueblo. Y después de esto y alguna que otra oración, comenzaron con "las manifestaciones". El pastor pedía a la gente que se pusiera las dos manos encima de la cabeza y que se concentrase para que si alguno había sido afectado por brujería, el demonio que les posee fuera expulsado. Para ellos la brujería es un hecho, acuden a menudo a los brujos para desearle el mal al prójimo y aumentar su bienestar. Es una práctica muy común y sobre todo entre mujeres debido a la costumbre del hombre de tener varias amantes. Entre ellas, se desean todo tipo de maldades y luego acuden a la iglesia a que se las saquen.

Lo dicho, una vez que todo el mundo estaba con las manos sobre la cabeza, concentrado y receptivo, el pastor iniciaba un ritual algo histriónico. Ponía una música eclesiástica altísima y comenzaba a hablar por el micrófono en un tono muy elevado. Parecía que rapeaba y a mí, aunque me ponía un poco histérica, me estaba divirtiendo el espectáculo. Entre tanto, unas 6 personas más, daban vueltas entre la gente "provocándoles": ponían sus manos sobre la cabeza de la persona y le gritaban en el oído una y otra vez algo cómo "Demonio, si estás ahí, sal. Satanás haz acto de presencia..." Con cada persona invertían un buen rato. Si esta persona no estaba muy receptiva, pasaban a otra. Son muy persistentes y hasta que no se da una manifestación no paran de provocarlas. Me han contado que hay pastores aquí que con sólo coger el micrófono, la gente en masa comienza a manifestarse. En nuestro caso costó trabajo, por lo que yo ya elaboré algunas teorías acerca de esto, pero al final se consiguió.

El pastor, después de mucho rato intentando y sin obtener resultados pidió a la gente que se acercase a él. Unas 20 personas en la iglesia, alrededor del pastor, con música eclesiástica altísima, con las manos en la cabeza, los ojos cerrados, escuchando al pastor con un micrófono invocando a Satanás y seis personas alrededor nuestra poniéndonos las manos en la cabeza y gritándonos en el oído... Satanás se sentiría cómo en casa, el ambiente no era para menos. He de decir que en la iglesia había algunos niños, que aunque alguien los aparta un poco maman todo lo que ocurre desde pequeños, eso me pareció un poquito fuerte. Os juro que la situación impacta.

Y por fin llegó el momento, una señora se desplomó en el suelo. Todo su peso cayó muerto. Sus piernas parecían de goma y sus brazos y cuello se descolgaban, pero había algo que la movía a luchar. Una mujer de las que provocaba la manifestación la sostenía. El pastor le gritaba cada vez más fuerte: "Sal, sal" y una vez manifestado le decía: "compórtate, manten el tipo" para controlar esa fuerza que la movía descontroladamente. Todos juntos al unísono gritábamos "sal" cuándo el pastor lo pedía. Al cabo de un rato y aturdida, la mujer despertó. Fue un momento tenso, aunque no completaron el proceso. Según cuentan, lo normal es que el pastor hable con el demonio. Le pregunta sobre la brujería que la persona tiene: quién la ha provocado, dónde se ha llevado a cabo, cuánto ha costado... La persona, poseída por el demonio, lo cuenta todo.

Ya me contaréis vuestras impresiones acerca del tema, ¡estoy deseando escucharlas!

Para acabar bien los días por el sur hicimos una buena expedición a Ribera Peixe, a la única parcela de terreno que queda sin devastar en toda la zona. El terreno es de un chico joven africano que se ha negado a vender sus cuatro hectáreas a los que quieren acabar con su ecosistema. Joey, que es cómo se llama, resiste y por más que le ofrecen cosas se niega a ceder su parte. Me alegro de que quede gente con cabeza que no se deje embaucar por los caramelos de la empresa belga, que valore su entorno y sepa sacarle provecho, cómo han hecho siempre.

Joey y la parrilla magnífica en que cocinamos todo

Bueno, pues éste chico nos invitó a su terreno, a comer macaco. Sí, sí... cómo leéis, a comer mono.
No podíamos rechazar su invitación a conocer a fondo su cultura y costumbres, así que nos pusimos "pies" a la obra. Para llegar fue toda una aventura, había llovido y estaba todo embarrado y teníamos que caminar con el barro por las rodillas unos 2 km. Parecía que estábamos en la guerra, entre tanta selva destrozada y tanto barrizal. Y además éste es el lugar favorito de la cobra preta, una serpiente mortal que habita ésta parte de la isla, y que habíamos encontrado muerta en la carretera nada más llegar.

Cría de la cobra preta

Es una serpiente neurotóxica, es decir, que su veneno paraliza el sistema nervioso y si no es tratada inmediatamente causa la muerte. Para colmo, a mi se me rompieron las chanclas y me hice todo el camino descalza. La ida fue dura, pero más grave fue la vuelta que bajamos de noche, por selva, cruzando un río y atravesando parte de la jungla destruida. Hubo un momento que entré en pánico total porque tenía unas 17000 especies de bichos en mi cara gracias a mi linterna frontal. Una gran experiencia y más grande aún gracias a los africanos que venían con nosotras, y que nos ayudaron en las partes más duras del camino (y hasta nos lavaron los pies al llegar).

Para los curiosos, el "perolete" de macaco era muy rico. Llevaba verduras y salsita que acompañamos con fruta-pão. La carne parecía como de cordero, y presiento que a nosotras nos dieron lo mejor...

A este capítulo lo he llamado "buscando respuestas" porque a eso me ha llevado el sur, a hacerme preguntas y quererle encontrar sentido a algunas cosas... como aún no las he encontrado, he decidido volver, y aquí estoy, en la isla de Rolas.

Un abrazo,
Anita