jueves, 6 de septiembre de 2012

Crónicas de Santo Tomé - Cap. 2 - Al norte, en moto

He pasado unos días por el sur de la isla y no tenía nada de internet, bueno, ni internet ni nada de nada... El post que llevaba 3 días escribiendo por el móvil, con sus dificultades se me ha borrado y juro que se me ha saltado una lagrimita... pero bueno, todo tiene arreglo... Así que con paciencia volveré a escribirlo. Me quedé por contaros la historia del viaje en moto por el norte de Santo Tomé.
A las 8 de la mañana empezamos nuestro trip. Nuestros guías africanos, con sus dos motos nos llevaban "leve-leve" a pasear los rincones más geniales del norte saotomense.



Leve leve es lo que podríamos traducir cómo "lento lento"... Es la "Pura vida" costarricense, es su filosofía de vida, su día a día. Todo lo hacen muy lentamente, muy tranquilos y relajados... ¿Estrés? ¡Eso para Europa!

En moto se ve la vida mejor

Estuvimos viendo las plantaciones de cacao más importantes de la isla, ya que Santo Tomé a principios del siglo XX fue el principal productor de cacao del mundo. Plantaciones como Agostinho Neto que es la más grande del archipiélago y que hace años fue no sólo la principal productora de cacao, sino también de madera, bananas, café y copra. En la roça (que es como llaman a éstas plantaciones) tenían todo lo necesario para funcionar por sí mismos: colegio, hospital, casas, trenes para exportación... y también esclavos, hecho que hizo que los británicos (indignados por esta situación y movidos un poco por la codicia) acabasen frenando las exportaciones cacaoteras. Esto llevó a una revolución de esclavos contra sus explotadores portugueses en la que hubo muchas víctimas y la gente huyó de las roças, y éstas quedaron abandonadas. La actividad cesó debido a los vagos conocimientos de los que la habitaron y todo quedó en desuso.

Hospital abandonado de la Roça Agostinho Neto, la más importante del archipiélago

Es una verdadera pena ver como todo se ha echado a perder, las vías del tren sepultadas bajo las calles de arena, el colegio vacío y el hospital sin actividad y ocupado por la gente.

Comimos los frutos del cacao directamente del árbol y vimos su procesado y secado. Probamos su sabor y comprobamos cómo va amargando cada vez menos conforme se va procesando. La única pena fue que no vimos nada más que restos ya que ahora no es temporada y todo había sido exportado.

Fruto del cacao

Semillas de cacao
Semilla de cacao por dentro... chocolate 100%

Plantas nuevas y secado biológico

Entre árboles y plantas de cacao se nos estropeó la moto, el acelerador. A lo que muy vivo, el conductor hizo un "puentecito" y la hizo funcionar tirando del cable que hace la conexión para acelerar... Bueno un lío.

Por el camino íbamos jugando con los niños, que nos pedían fotos todo el tiempo, hablando con la gente, bebiendo vino de palma e incluso bailamos "kuduro" (que me encanta).

Niño mono
Niños fotográficamente violentos

Excitación extrema por foto

Niños que se te abrazan para que no les dejes de sacar fotos

El vino de palma se extrae de la palma y nace ya fermentado, es muy barato y los santomenses lo beben todo el tiempo.

Bebiendo vino de palma
Más vino de palma

Y a esto cómo no íbamos a añadir las playas fantásticas de la zona...

Comenzamos por Lagoa Azúl dónde estuvimos haciendo snorkel. Vimos que había muchos erizos y cómo no podemos estarnos quietas y habíamos adquirido conocimientos de pesca en nuestro viaje a Perú, tuvimos que coger uno y comernoslo... Así conocí a Pinchudito...

Lagoa Azul es estupenda para hacer snorkel

Nuestro piscolábis
Aquí hambre no pasamos, es un país muy rico en comida y en el camino íbamos comiendo cocos, tamarindos y todo lo comestible que íbamos encontrando.
Inés se acabó volviendo adicta al coco

La verdad es que todas las playas son magníficas, cualquiera se puede visitar y quedar encantados. Estuvimos también en el lugar dónde llegaron por primera vez los portugueses, Ananbó, y en Playa Tamarindos dónde ya estaba anocheciendo y estuvimos poco tiempo... Hay que volver.

Y para comer: centollo

En Neves, en un pueblecito pequeño, muy pobre y poco higiénico se comen las mejores "santolas" de la isla. No se cuánto pesarían las nuestras pero os aseguro que eran enormes, una buena comilona por unos 3 euros. Lo malo es que tienes que compartir la velada con millones de moscas... Así que si hay hambre y estómago, ¡pa'lante!

Un centollo de categoría
Por la noche nos estaba esperando una cena con los taiwaneses de Santo Tomé, amigos de KB. Fue una cena estupenda con comida china "de verdad" y muchas risas. Nos estuvieron poniendo al día de los cotilleos y personajes de la isla hasta el punto de notar que aquí todo y todos están conectados, incluídas nosotras... Estoy convencida (y cuando tenga tiempo os lo enunciaré) de que ésta es la isla de Lost (y que ellos son la Iniciativa Dharma)...

Los taiwaneses han contribuido enormemente al desarrollo de la isla, no sólo construyendo infraestructuras, sino que han conseguido prácticamente acabar con la malaria, y eso es fantástico.

La cena acabó al más puro estilo cinematográfico... un accidente en la puerta de casa. Como aquí conducen como locos y hay muy poca iluminación en las calles, si es que la hay, se producen muchos accidentes. Un chino fue a adelantar a un coche mal estacionado y no vio a una moto que venia de frente. El resultado ya os lo podéis imaginar. No hubo heridos, sólo la moto sufrió un poco, pero se formó un lío impresionante. Gritos e improperios en varias lenguas. Los chinos de nuestra casa salieron a la defensa del chino y como de la nada salieron un montón de africanos para defender al saotomense. Cuando ya llevaban un rato dedicándose palabras bonitas, vino la policía. La función de la policía en Santo Tomé es más o menos la misma que la de Carmen Lomana o de un concejal de pueblo: ninguna. Ellos no tienen potestad para decidir quién ha hecho algo mal o no, el que decide es el pueblo. Esto deriva en discusiones eternas y mucha injusticia.

Al final creo que la razón se la dieron al chino porque los saotomenses intentaban engañar y hacer trapicheos ya que el motorista no tenía licencia. Aquí es muy común conducir sin permiso, todos lo hacen, aunque si puedes pagarlo, el carnet de conducir te sale por unos 300 euros y si pagas 700 no hace falta ni que hagas exámen... ¡Un chollazo! Y lo mejor de todo es que dicho carnet te sirve para el resto del mundo (o al menos Europa).

En la cena nos contaron muchos cotilleos de la isla, muchas historias rocambolescas. Al segundo día ya éramos prácticamente del pueblo, metidas en todos "los fregaos"... Y cómo teníamos que procesar tanta información decidimos hacer un día de paz y tranquilidad dominguera.

Primero nos fuimos a la playa, a un super resort que parecía sacado de la Riviera Maya más que de África... el Club Santana. La playa era tan "pro" que tenía hasta WiFi.
Club Santana

Playa Santana
Quedamos con prácticamente todos los blancos de la isla y estuvimos comiendo en casa de Valerie, una amiga cooperante francesa. También había africanos y mucha gente interesante. Al final estuvimos todo el día allí y acabamos jugando a Zumba en la Xbox, algo que ya se está convirtiendo en tradición... Estuvimos bailando muchísimo tiempo sin parar, creo que quemé toda la cerveza del verano... no he hecho tanto ejercicio seguido en mi vida.

Para el lunes teníamos preparado un viaje al sur, que empezó siendo de dos noches y ya va por la cuarta... y volvemos el fin de semana. Aquí está el verdadero Santo Tomé, la África real. Mis siguientes historias prometen, he visto cosas que no podríais ni imaginar y tengo ganas de escribir tranquila y contaros. Hasta he ido a misa.

Por cierto, he comido macaco... decídselo a Grasce. Ha sido en su honor.

Un abrazo...

2 comentarios:

mari loli dijo...

Muy interesante esperamos cada día tus crónicas un besazo y aprovecha el sol que te pongas morenita

Un gran viaje dijo...

¡Hola!
África de cabo a rabo (aka Pablo e Itziar) estuvimos en Santo Tomé hace un par de años, durante nuestro viaje de un año por África. Nos gustó tanto la isla, con su leve-leve, su fruta-pao y sus santolas, que en vez de los diez días previstos, nos quedamos un mes y medio. También conocimos a KB (quien por cierto estuvo surfeando nuestro sofá en Madrid hace pocos meses). ¡Dadle recuerdos de nuestra parte!
Disfrutad del viaje y no dejéis de ir a Praia Jalé y Praia Piscina, de lo mejorcito de la isla.
Itziar y Pablo (www.ungranviaje.org)

Publicar un comentario

No seáis aburridos y dejadme un mensajito ¡que me hace muy felíz! No hace falta que estéis registrados.